Lo que querías saber del bondage

Lo que querías saber del bondage y no te atrevías a preguntar.

En el sexo lo rutinario puede ocasionar que el fuego de la pasión se extinga y en ciertos casos puede provocar la ruptura definitiva de la relacion afectiva-sexual, pues así como en toda relación es importante el afecto, lo es también el sexo.

Por ello innovar en cierto punto en cuanto al sexo, les permitirá a las partes involucradas conocerse un poco más y en todo caso forjar lazos de unión sólidos, donde lo físico y mental logren el equilibrio adecuado para gozar de una sexualidad plena y satisfactoria.

El bondage, una práctica erótica basada en la confianza

El bondage se constituye como una práctica sexual antigua, pues culturas milenarias como la japonesa ya la llevaba a cabo mucho antes de la globalización.

Consiste principalmente en atar a un sumiso o persona pasiva con trenzas, cuerdas, esposas u otros. En el encuentro, la parte dominante tiene todo el control de la relación sexual, y por ende debe contar con la autorización del sumiso en su totalidad.

Por tal razón, puede deducirse que esta práctica tiene sus bases principalmente en la confianza, pues el sumiso deberá sentirse cómodo a nivel mental y físico para poder llegar a la excitación y por ende gozar del encuentro sexual de manera correcta y total.

Asimismo se deberá establecer ciertas reglas y acuerdos que deberán tenerse en cuenta en todo momento durante la práctica del bondage, para evitar asi cualquier riesgo o peligro como tal.

Para lograr el nivel de excitación idóneo en esta arte de las ataduras, será menester el juego previo, las caricias, los masajes eroticos, pues solo así se podrá ir aumentando el deseo y por ende las ganas de entrega por parte del sumiso y de control por parte del dominante.

Igualmente será preciso que el que vaya a ejercer el papel de dominante, con anterioridad conozca las diferentes técnicas de ataduras y dominación, ya que solo así el bondage podrá tener éxito.

El objetivo principal de esta práctica erótica es el placer, no el dolor, quizás esta característica es la que la diferencia un tanto de otras prácticas  BDSM.  Lo que realmente busca el bondage es lograr la entrega total de ambas partes, dando paso al disfrute sexual sin límites ni inhibiciones.

Practica erótica y artística que incrementa el placer

En este juego de roles, no solo se podrá explorar nuevas sensaciones a nivel físico, dado por la privación de movimiento, sino también a nivel mental al ceder la responsabilidad y dominio de nuestro cuerpo a otro.

Todo esto dejará en evidencia el nivel de confianza y vulnerabilidad que tenemos con nuestra pareja sexual.

Realemente el placer puede llegar a niveles muy altos, dado a la suspensión misma del cuerpo, o por la sensación de dominio ejercida. La adrenalina y las ansias de liberación superficiales harán del encuentro sexual toda una nueva experiencia.

Esta práctica, es por muchos considerada una expresión erótica-artística por el hecho del uso de diversas técnicas de amarrado y posturas corporales, sumada a un rol muy importante derivado de lo estético.

De igual manera esta alternativa erótica, ayudará a las partes involucradas a trazar lazos de confianza, pues solo la sumisión será posible si la persona pasiva desea y quiere ser dominada en su totalidad, siendo la suspensión una gran técnica para lograr un sexo pleno y satisfactorio.

Solo probando cosas nuevas es que podremos definirnos como seres sexuales y por ende gozar a plenitud de cada encuentro sexual. El bondage puede fácilmente convertirse en la práctica ideal para aquellos que no solo desean sincronizar su cuerpo con la energía kundalini, sino también su mente.